2 Reyes 5 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de 2 Reyes
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425

1 - Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era hombre muy estimado y favorecido por su señor, porque por su medio había dado Yahveh la victoria a Aram. Este hombre era poderoso, pero tenía lepra.

2 - Habiendo salido algunas bandas de arameos, trajeron de la tierra de Israel una muchachita que se quedó al servicio de la mujer de Naamán.

3 - Dijo ella a su señora: "Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Samaria, pues le curaría de su lepra".

4 - Fue él y se lo manifestó a su señor diciendo: "Esto y esto ha dicho la muchacha israelita".

5 - Dijo el rey de Aram: "Anda y vete; yo enviaré una carta al rey de Israel". Fue y tomó en su mano diez talentos de plata, 6.000 siclos de oro y diez vestidos nuevos.

6 - Llevó al rey de Israel la carta que decía: "Con la presente, te envío a mi siervo Naamán, para que le cures de su lepra".

7 - Al leer la carta el rey de Israel, desgarró sus vestidos diciendo: "¿Acaso soy yo Dios para dar muerte y vida, pues éste me manda a que cure a un hombre de su lepra? Reconoced y ved que me busca querella".

8 - Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: " ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel".

9 - Llegó Naamán con sus caballos y su carro y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo.

10 - Eliseo envió un mensajero a decirle: "Vete y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se te volverá limpia".

11 - Se irritó Naamán y se marchaba diciendo: "Yo que había dicho: ¡Seguramente saldrá, se detendrá, invocará el nombre de Yahveh su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!

12 - ¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos para quedar limpio?" Y, dando la vuelta, partió encolerizado.

13 - Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: "Padre mío; si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil ¿es que no la hubieras hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!"

14 - Bajó, pues, y se sumergió siete veces en el Jordán, según la palabra del hombre de Dios, y su carne se tornó como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.

15 - Se volvió al hombre de Dios, él y todo su acompañamiento, llegó, se detuvo ante él y dijo: "Ahora conozco bien que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Así pues, recibe un presente de tu siervo".

16 - Pero él dijo: "Vive Yahveh a quien sirvo, que no lo aceptaré"; le insistió para que lo recibiera, pero no quiso.

17 - Dijo Naamán: "Ya que no, que se dé a tu siervo, de esta tierra, la carga de dos mulos, porque tu siervo ya no ofrecerá holocausto ni sacrificio a otros dioses sino a Yahveh.

18 - Que Yahveh dispense a su siervo por tener que postrarse en el templo de Rimmón cuando mi señor entre en el templo para adorar allí, apoyado en mi brazo; que Yahveh dispense a tu siervo por ello".

19 - El le dijo: "Vete en paz". Y se alejó de él una cierta distancia.

20 - Guejazí, el criado de Eliseo, el hombre de Dios, se dijo: "Mi amo ha sido indulgente con Naamán, ese arameo, al no aceptar de su mano lo que traía. ¡Vive Yahveh!, que voy a correr tras él y tomaré algo de su mano".

21 - Guejazí partió en seguimiento de Naamán. Naamán vio que corría tras de él y saltó del carro a su encuentro y dijo: "Todo va bien?"

22 - Respondió: "Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos jóvenes de la montaña de Efraím, de la comunidad de los profetas; dame, por favor, para ellos un talento de plata y dos vestidos de fiesta".

23 - Dijo Naamán: "Dígnate aceptar dos talentos y dos vestidos de fiesta". Le insistió, y metió dos talentos de plata en dos sacos y se lo entregó a dos de sus criados que lo llevaron delante de él.

24 - Cuando llegó a Ofel, lo tomó de sus manos, y lo puso en la casa y despidió a los hombres, que se fueron.

25 - Cuando llegó y se presentó a su señor, Eliseo le dijo: "¿De dónde vienes Guejazí?" Respondió él: "Tu siervo no ha ido ni aquí ni allá".

26 - Le replicó: "¿No iba contigo mi corazón cuando un hombre saltó de su carro a tu encuentro? Ahora has recibido plata y puedes adquirir jardines, olivares y viñas, rebaños de ovejas y bueyes, siervos y siervas.

27 - Pero la lepra de Naamán se pegará a ti y a tu descendencia para siempre". Y salió de su presencia con lepra blanca como la nieve.